Los últimos de 2015, uno

JLGM_LecturasLecturas buenas y malas (Renacimiento, 2014) es otro estupendo libro de García Martín. 75 detalladas reseñas sobre diaristas, poetas, libera de ensayo y memorias. Pocas sobre novelas. El autor, siempre interesante y raramente aburrido exhibe el ancho mar de sus intereses, la vastedad de sus lecturas, muchas en torno al mundo del libro. Sus piezas son más historias que reseñas y con frecuencia resulta, lo tiene a gala, provocador. Para él no hay jerarquías. Dice, siempre que puede, lo que nadie dice. Un mal libro puede ser una lectura apasionante (Preston sobre el rey Juan Carlos) / Faciolince, El olvido que seremos / El enigma Luis Cernuda / Huidobro, Gabriela Mistral y Elena Garro / Gabriel Pozo y Lorca (Ruiz Alonso) / Laforet y la falta de talento / el manual de literatura de Mañas encargado por Ariel / el caso José Antonio Fortes contra García Montero / UriarteTrapiello, Barrero, Malpartida / la vida de Hellen Keller / Malaparte / D’Ors, Sánchez Rosillo, Juaristi, Botas, Trapiello… Si no podemos ni acercarnos a leer todo lo que lee García Martín, es más asequible hacernos con sus resúmenes y jugosos comentarios. NOTABLE.

El célebre libro de Boccaccio recoge 100 historias que se cuentan diez jóvenes entre sí a razón de diez por día. Ellos y ellas deciden combatir así unas jornadas de espera y aburrimiento durante la peste en Florencia (S. XIV). No me parece un libro ni interesante ni recomendable. La lujuria es el interés principal de los personajes, y esto los convierte en unos seres pequeños, planos y chatos que despiertan compasión. «El amor es ingenioso» lo traducen en la capacidad de engañar parar lograr el placer que se desea. No importa que el otro o la otra estén casados o sean personas entregadas a Dios. La mujer especialmente es presentada como un ser principalmente libidinoso y sensual. APROBADO.

MENDEZEste único libro de Méndez fue premio de la Crítica y Nacional de narrativa (póstumo) y además vendió 250.000 ejemplares. Trabajo primoroso de impecable composición. Oídas las historias parecen aún mejores que leídas. Se nota mejor el ritmo y el cuidado de la prosa. Un oficial del ejército fascista que se rinde a los republicanos cuando las tropas nacionales están entrando en Madrid. El desgarrado diario íntimo de un poeta, con su mujer y bebé muertos. Un mentiroso alargando la ejecución de su condena. El final desolador de un hombre encerrado en un armario que defiende a su mujer de un diácono lujurioso. Se hace hincapié en la brutalidad del bando nacional y se aprovecha para denigrar en lo posible a la iglesia católica. Un libro crudo sobre la locura de la guerra, cuatro derrotas de gente vencida.  BIEN.

Voces detenidas (2004) recoge aforismos de Dionisia García (1929, Albacete). Predominan las obviedades y todo expresado de forma sencilla y escasamente literaria. Algunos temas recurrentes son el silencio, el tiempo y la muerte. El libro se estructura en cuatro capítulos en torno al libro, el hombre, la escritura y el final de la vida. Cuesta entender que se publiquen frases como estas: “Respetémonos, o el caos se avecina” o “Somos agua, pero menos claros”. De vez en cuando algo valioso: “No desfallezcamos. El mundo sigue siendo hermoso por la otra cara”. APROBADO.

NEUMANEn El equilibrista, Aforismos y microensayos (2005) reúne Neuman pensamientos sobre el hombre, el arte y la escritura. Contrastes,  definiciones, hallazgos con gracia, abundante relativismo y una brevedad estupenda. Se nos muestra ocurrente pero menos brillante que el diccionario posterior. Lo mejor los miniensayos finales: su poética, el silencio, la alegría, la experiencia, el realismo, el malditismo, las generaciones,  terminar un libro. Un botón: diferencia tres tipos de lector, el cultural (estar al día, enterarse, informarse. Acumulativo), el intelectual (analiza, compara. Tampoco modifica el libro) y el artístico (intuición, memoria, creación. Completa y salva el libro). BIEN.

En La abolición del hombre Lewis aborda la cuestión de los principios básicos de la razón práctica. Sostiene que existen valores absolutos externos al hombre y lo defiende con inteligencia y sentido positivo. Como todos sus textos, hay que leerlo con atención pues hay poca paja. Intenta evitar (no por oposición sino para ampliar el alcance de su postulado) el recurso argumentativo a la trascendencia. Muy recomendable, como todos sus ensayos. BIEN.

• Lecturas buenas y malas. José Luis García Martín. Renacimiento.
• El Decameron (selección). Giovanni Boccaccio. Audiolibro.
• Los girasoles ciegos. Alberto Méndez. Audiolibro.
• Voces detenidas. Dionisia García. Renacimiento.
• El equilibrista. Andres Neuman. Acantilado.
• La abolición del hombre. C. S. Lewis. Libro electrónico.

Una pena en observación. C. S. Lewis

LEWIS_Una pena en observaciónA Lewis le llegó el amor siendo maduro y el cáncer de Joy hizo que durara poco. Toda la lucidez y la batería de argumentos que exhibe en El problema de dolor se van al garete cuando muere su mujer.

“Si me han derribado la casa de un manotazo es porque se trataba de un castillo de naipes”. No llega a dudar de Dios pero se pregunta ¿cómo es Dios realmente? ¿dónde está ahora? ¿es bueno? Está tan abrumado por los sentimientos que no puede pensar. Este librito contiene las notas con la que intenta hacer frente a su hundimiento.

La pena (y la desidia que le acompaña) ¿es miedo, es suspense, es expectativa? “La vida se juega con dinero, no con fichas o calderilla”. Está aplastado pero no quiere dejarse llevar por la autocompasión. Es interesante contrastar todo lo que se dice aquí con lo que enunció antes en su libro citado.

Dice cosas muy bonitas sobre el amor:

Este es uno de los milagros del amor; que consigue dar a la pareja —pero quizá más aún a la mujer— el poder de penetrar en sus propios engaños, y a pesar de todo no vivir desengañada. Tener una visión un poco parecida a la de Dios. El amor de Dios y su sabiduría no se diferencian entre sí ni de Él mismo. Casi podríamos decir que ve porque ama, y por lo tanto que ama, a pesar de que ve.

En una ocasión, cuando ya se acercaba su final, le dije: «Si puedes, si te dejan, ven junto a mí cuando yo también esté en mi lecho de muerte.» «¿Dejarme? —me contestó—. Trabajo le va a costar al Cielo retenerme. Y en cuanto al Infierno, lo rompería en pedazos.»

Si no han visto la preciosa película de Attenborough (Tierras de penumbra, 1993) no dejen de hacerlo. El dolor como el megáfono de Dios contra un mundo sordo, el dolor de ahora como parte de la felicidad futura. Una norteamericana como un soplo de alegría y espontaneidad en un mundo académico masculino estricto e hiperformal. Nieblas y coros de gregoriano. Los dos actores principales estupendos.

El problema del dolor. Lewis

LEWIS_DolorPara mi Lewis es el apologista cristiano más interesante. O, al menos, el que más me gusta. Es un pensador y ensayista espeso en algunos momentos pero que siempre hace que el esfuerzo valga la pena. Como narrador me parece limitado, pero sus artículos y ensayos breves me parecen una lectura imprescindible para todo aquel que quiera profundizar en la dimensión espiritual del hombre.

Después de recomendarlo a un amigo que necesitaba este libro, he releído El problema del dolor y he vuelto a disfrutar con sus explicaciones, argumentos y ejemplos. Es breve pero enjundioso. El asunto no es una cuestión fácil pero merece la pena dedicarle algún esfuerzo pues todos hemos de pasar por él. Lewis es bastante lógico, nada enfático ni dogmático, no pretende imponerse con violencia mientras nos conduce sin resquicios a donde quiere llegar.

El complemento natural de este libro es el que escribió a la muerte de su mujer, Una pena en observación.