Billy Wilder

Me gustan bastante las películas más flojas de Billy Wilder. Las buenas, no digamos. Así que es lógico que la primera biografía de un director de cine que he leído en mi vida sea la suya.

Era un hombre bastante genial, raro, en el sentido de escaso. Hay la opinión unánime entre cuantos le trataron de que fue un personaje único.

Me he hecho la idea de que fue sobre todo un artista. Le encantaban los cuadros, la cocina, los libros (sobre todo de historia), conversar, conocer ciudades. Su sensibilidad no iba acompañada de caos y apatía sino que era enormemente trabajador y eficaz.

Su inteligencia le descubría el fondo de las personas y conductas, y creo que no tenía muy buena opinión sobre los hombres. Y esto es lo que mostraba en sus películas. Siempre se habla de su humor mordaz, cínico, de su gusto por las farsas y mascaradas que no ocultan una visión ácida de sus congéneres. Fustigó al capitalismo y al socialismo, al matrimonio y al mundo del espectáculo, a la hipocresía y al egoísmo. Como todo mujeriego, era un gran misógino.

Era muy divertido y no tenía pelos en la lengua para decir lo que pensaba a quien fuera necesario. Le tenían como una especie de oráculo que hablaba en aforismos, le salía así.

El libro lo ha escrito Kevin Lally (1996) y está publicado en España por Ediciones B.

Mañana seguiré comentando algo más.

Diarios de Kafka


En 1982 se publican en Alemania las Obras Completas de
Kafka, en la que se considera la edición crítica y canónica, la fijación y ordenación definitiva de todos los textos de escritor checo. Círculo de Lectores-Galaxia Gutemberg, a partir de ahí, ha editado desde el 2000, en cuatro volúmenes, la primera edición íntegra en castellano (I: novelas, II: diarios, III: narraciones, IV: cartas).

La edición del Círculo es extraordinaria (fiables traductores, largas introducciones, notas, índices) y cuidadísima la materialidad (papel, tipografía, cinta, estuche…). Irresistible.

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Escrutopo y Orugario

He releído con cuidado, a lo largo de un par de meses, tomando notas, las Cartas del diablo a su sobrino, de C. S. Lewis. Sigo pensando, como la primera vez que lo leí, que es un libro estupendo. Certero, animante, positivo, divertido, lleno de conocimiento y experiencia de la vida cristiana y de las posibilidades del corazón del hombre. Es imposible no verse retratado en muchas de las escaramuzas a las que se ve sometido el “paciente” del aprendiz de tentador. Lewis nos advierte de que siempre la verdad y la luz siempre pueden más, si se quiere.

Aquí les dejo la primera carta, para hacerse una idea del estilo y temática del volumen.