Connolly aburriéndonos

Sigo prendido a la zanahoria de Connolly. Prendido pero saliendo.

Dramatis personae:
1. Una niña desaparecida;
2. Un mafioso de Boston (tío de la niña). Su cabeza tiene precio puesto y no tiene nada que perder;
3. Uno del pueblo que ya mató a una niña de esa edad cuando él mismo era un niño;
4. El policía del pueblo que no parece trigo limpio;
5. Charlie Parker y su corte (su amiga abogada, sus dos amigos gays y los hermanos Fucci);
6. Los federales que buscan a 1 y 2;
7. Los espíritus de los muertos que se comunican con 3 y 5;
8. Alguien que está jugando con 2, 3, 4, 5 y 6.

Tiene buenos momentos, pero está muy lejos del nivel de las primeras.

Cada vez me molesta más su tendencia a la divagación (descripciones, detalles innecesarios, apuntes históricos).

Sólo regular.

Para matar el gusanillo

Más allá del espejo es un caso de Charlie Parker incluido en el volumen de relatos Nocturnes. Cronológicamente se sitúa entre el cuarto libro (El camino blanco) y el quinto (El ángel negro). Aparece por primera vez el Coleccionista, personaje espeluznante.

Parker está con Rachel aún y está a punto de nacer su hija Sam. Vigila una casa abandonada donde en el pasado asesinaron a  unos niños y en la que acaba de aparecer la fotografía de una posible nueva víctima. La cuestión es que el anterior asesino se suicidó.

Están todos los ingredientes habituales de Connolly: lo sobrenatural, la presencia del mal, su efecto perdurable y contagioso, el peso del pasado de Parker. La historia (de poco más de cien páginas) no está mal pero sabe a poco en comparación con las novelas. No sé por qué no se han traducido el resto de los relatos del volumen original.

Connolly, el 9

Novena entrega de la serie Charlie Parker.

a) Ex-militares de Iraq, suicidios, Trastornos de stress post traumático. Red de tráfico de antiguedades. Una psicóloga que los ha tratado a todos ellos.
b) Los personajes misteriosos de Connolly: el Coleccionista (viejo conocido), un tal Herodes (pavoroso) y otro ser que no se sabe bien a qué mundo pertenece, el Capitán.
c) El trípode que sujeta esta historia se completa con Parker y sus colaboradores.

Connolly siempre juega un poco con lo no natural (creo que aquí la palabra sobrenatural es inexacta): voces, sueños, muertos, criaturas casi demoniacas. En algunas historias viene más a cuento que en otras, y casi siempre logra un efecto aterrador, gracias al equilibrio que logra mantener con el realismo. Cuando este equilibrio se rompe hacia lo irracional, el lector deja de creerse lo que está leyendo, o cambia de registro hacia la ciencia-ficción paranormal. Para mi, en ese momento, lo aterrador pasa a convertirse en patético y gratuito.

Esta vez Connolly está al borde del descalabro narrativo, y se aprovecha de que ya nos tiene muy atrapados con Parker.

De los más flojitos de la serie.