Suponemos años 50, en el campo y en España (en la novela no hay ni un nombre de persona o lugar, ni indicación temporal). Un niño escapa de su casa huyendo de unos abusos sufridos en su aldea, abusos conocidos y consentidos por sus padres. Encuentra a un cabrero y se ayudan mutuamente mientras continúa una persecución que termina con una explosión de violencia.
Breve, intensa, excelente castellano, diálogos mínimos y con una atmósfera magistralmente creada, que pivota sobre el opresivo secarral del paisaje. Aún con todo, la comparación con Delibes y McCarthy me parece excesiva: en el primero no sobra nada y se entiende todo y aquí hay a veces una excesiva preocupación por el estilo que distrae; el segundo te retuerce el estómago unas 5 ó 6 veces por novela e Intemperie es más contenida.
El niño hace ya mucho que sabe de la vida adulta y con esta experiencia de brutalidad remata sus estudios. También aprenderá que hay personas generosas y que somos capaces de devolver bien por mal.
Novela rural pero de amplia dimensión, sin duda destacable, y más para un debut. Ojo los paladares sensibles.
¿Verdad que sí? Un debut impresionante. Habrá que seguir a este hombre…