La larga vida de Sir Edward Feather se desarrolla a lo largo de casi todo el S. XX. Fue huérfano del imperio británico, nació en Malasia, vivió años en Gran Bretaña en familias de acogida, se casó, fue juez en Hong Kong muchos años y vivió retirado sus últimos años cerca de Londres.
Le conocemos al final de su vida, cuando su esposa Betty acaba de morir. No han tenido hijos. Feather va recordando toda su vida, marcada por una infancia infeliz y carente de afecto. La que fue su verdadera familia, el hecho traumático que vivió en una casa de acogida donde vivía con sus primas, el recuerdo de las hermanas de su padre, su enemistad por años con un abogado de su edad, su participación en la 2GM, etc. La novela tiene bastante calidad aunque me parece que hay un exceso de información. Se va saltando continuamente en el espacio y en el tiempo y hay muchos personajes, por lo que recomiendo leerla en dosis generosas para no perderse.
Abundan los personajes egoístas y la visión que se ofrece del matrimonio y de la religión es poco alentadora. La narración es muy inglesa: cuidada, elegante, tranquila, cálida, llena de detalles, con finos toques de humor (por ejemplo, cuando se nos hace saber lo que un personaje piensa al lado de lo que dice). Es un libro algo triste, porque Feather ha triunfado profesionalmente pero en su vida ha habido poco amor. Debe haber una historia con su mujer que se incoa pero no sabemos en qué queda: ¿le traicionó? ¿por qué no tuvieron hijos en realidad?
Ahora me entero de que hay otro libro de Gardam, La mujer del juez, en que se cuenta todo de nuevo desde el punto de vista de Betty. Lo buscaré. Creo.
La mujer del juez, se titula; completa éste pero se puede leer independientemente, misma atmósfera y ambiente british. Por supuesto explica el porqué de no haber tenido hijos…para mi gusto ambos son muy recomendables
Corregido, gracias.
Muchas gracias.