Una joven treintañera, aún sin familia propia, testaruda, inteligente, preparada y en paro, vuelve al lugar de veraneo para rastrear en el pasado de su familia y, de paso, entenderse un poco mejor e impulsarse hacia el futuro. Una vuelta “a la casilla de salida”.
La novela va de su tatarabuelo a sus padres, a su infancia, de Asturias a Mallorca, de París a Bélgica, de sus abuelos maternos y paternos al negocio familiar, del brillo a la decadencia. Va contando con una voz íntima, limpia, sincera, descarnada e inteligente las huellas que le han dejado cada uno de sus familiares. Una familia ilustrada, pudiente, viajada, y progresista, donde se habla en varios idiomas, en la que han intentado educarla para la felicidad lo mejor que han sabido.
Ella es independiente, malhablada y sin valores religiosos. Hay momentos tiernos de vida en familia, experiencias descarnadas (su iniciación sexual), anécdotas divertidas y sencillas y lúcidas reflexiones. A pesar de los desengaños, el descubrimiento de algún secreto y la parálisis vital actual, la protagonista volverá a constatar, eso al menos, la solidez que proporciona la familia.
¿Crónica generacional, novela, memorias? El libro está muy bien en todo caso y lo recomiendo.
Aquí tienen un vídeo de la autora explicando el título.
Un comentario en “Ramis. Todo lo que una tarde murió con las bicicletas”