30 de noviembre


1835: nace Samuel Clemens (Mark Twain), escritor estadounidense.1900: muere Oscar Wilde, narrador y dramaturgo irlandés.

Para mi, dos autores indiscutibles e imprescindibles. El primero con la etiqueta de escritor juvenil, que también, y el segundo de dandi excéntrico, que también, pero no sólo. El primero es sinónimo de saber narrar, buenas historias y buenos personajes (parece una fórmula fácil, ¿no?); el segundo es inteligencia e ingenio en estado puro.

De perros y holocaustos

El hombre perro
Yoram Kaniuk
Libros del Asteroide. Barcelona, 2007

Adam Klein es un judío muy preparado e inteligente, estudiante de filosofía, que se hizo popular en los años treinta en Alemania como payaso. Cae en gracia al comandante del campo de concentración donde es internado y divierte a las filas de judíos que están a punto de ser gaseados. A la salida del campo enloqueció. Ahora está alojado en un moderno hospital psiquiátrico en medio del desierto en Israel. Allí es el rey. Con su fuerte personalidad, proféticas visiones, lúcidas interpretaciones del pasado y arrebatos de genialidad, tiene a sus pies a médicos, enfermeras y pacientes.

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Kolhaas

Heinrich von Kleist es mítico en las letras alemanas. Para eso no hay nada como suicidarte a los 34. Dejó algunas obras de teatro, dos novelas cortas y algunos relatos. La exquisita Valdemar ha publicado en un volumen toda su obra narrativa. Leo Michael Kolhaas, la historia de un tratante de caballos que sufre una injusticia y monta la parda. Una mezcla de la peli Un día de furia con El castillo de Kafka.

Aunque tiene apenas 150 págs termina haciéndose algo pesadita. Von Kleist consigue aturdirte con las burocracias medievales y la ira sin fin del honrado Kolhaas. De todos modos merece la pena leerla. No sé si seguiré el volumen con La marquesa de O, historia sobre la que hizo una película de época –floja- mi admirado Rohmer.