Me he topado con este libro que tenía en mi cartera mental desde hace años. Cuenta, en diez-doce relatos, la realidad de la violencia terrorista en el país vasco: cómo sigue con su vida la víctima ocasional de un atentado que le ha llevado una pierna, cómo sufren los familiares de alguien amenazado, la violencia callejera, la presión de los vecinos, el odio, traumas que no se curan en toda una vida. Está bien que se escriban libros así, desgraciadamente no basados precisamente en ficciones.
Los hechos narrados tienen fuerza en si, pero, como libro, todo es un poco lo mismo. Las variantes narrativas (crónica, cartas, relatos en primera persona, relatos por un testigo, etc) sólo aportan una variedad aparente. El primer relato, que da título al libro, está muy bien y conmueve. Todo lo demás es abundar en la irracionalidad e inhumanidad de la excusa política para el crimen.

