Aclamada por la crítica en los balances de 2016. Me he lanzado con ilusión a este libro por que me gustó Peces de amargura. Aramburu vuelve a enfrentar el problema del terrorismo vasco, poco tratado en nuestra literatura. Los relatos eran valientes y realistas, un acercamiento sin tapujos a un gravísimo problema español.
Patria logra transmitir con acierto el clima opresivo que se llega a vivir en algunos lugares. Dos familias. Todos los enfoques posibles: madre fanática de asesino, padre avergonzado de asesino, hermana de asesino, hermano homosexual de asesino; esposa de víctima, hijo médico de víctima y sus amantes, hija estudiante de víctima y sus amantes. Y las combinaciones: padre de asesino y amigo de víctima, hijo de víctima y amigo de hermana de asesino. Se hace larga. El papel del sacerdote del pueblo resulta infame.
Mi recomendación: lean mejor los relatos, está todo y con más pulso narrativo.