Conflicto narrativo

Todo cuento incluye un conflicto entre dos fuerzas que se oponen. El cuento tradicional tenía cuatro partes: principio, desarrollo (donde se veía el conflicto), climax y final. En este caso, Chéjov gestó el concepto de suspense que se despliega en la parte del desarrollo; consiste, en general, en que el lector no adivine lo que va venir en cada paso del desarrollo y quede suspendido a lo que el cuentista decida no mostrarle. A este tipo de cuento es al que en la actualidad se le refiere como lineal.El cuento moderno, el inaugurado por Nathaniel Hawthorne y Edgar Allan Poe, comienza ya con el conflicto desarrollado y durante la narración se va descubriendo en qué consiste tal conflicto. En los cuentos de Poe, desde el principio sabemos que hay una historia visible y una historia oculta; el lector espera todo el cuento para conocer la historia oculta, donde está la base del conflicto. Es decir: el lector espera el desenlace a través de una narración tensa, misteriosa.

[Fuente: Guillermo Samperio, “Cómo se escribe un cuento», 2008]

Nocturnos, de Ishiguro

Tras seis novelas de alta calidad, de hace cinco años la última, Ishiguro publica su primer libro de relatos, cinco novelas cortas en realidad. Sigue indagando en todas ellas en sus preocupaciones de siempre, desde Pálida luz en las colinas, que giran en torno a la evaluación del pasado. Ishiguro pone a sus personajes siempre en un momento de su vida en el que descubren que sus expectativas no se han cumplido. Así, puede deducirse, la clave de la existencia viene a ser prepararse adecuadamente para las decepciones que, sin duda, se nos irán presentando. Esta vez sus protagonistas pertenecen al mundo de la música, son artistas mediocres sin talento ni potencial, o han disfrutado de algún breve periodo de éxito, o no se han dado las condiciones para ser comprendidos o aceptados, o son reconocidos profesionalmente pero han fallado en sus vidas personales. Todos ellos están en el momento de tomar una importante decisión, persiguiendo aún el espejismo del éxito, o tratando de enderezar lo que no ha funcionado. El drama del artista que debe ser juzgado y ver que otros ven las cosas de modo diferente (y peor) a como las ven ellos.

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Verosimilitud


Para fortalecer la credibilidad, la verosimilitud de lo que se está contando, crear ciertos detalles es de vital importancia. Veamos un principio con conflicto desarrollado: «Teresa y Felipe están desayunado en una larga mesa, ante la que la pareja se ve pequeña. Suena el celular de ella, quien se pone en pie y sale a la terraza a contestar para que su marido no escuche su conversación. De pronto, Felipe se levanta, gritándole a Teresa que es la última vez que se lo permite. Toma el plato de hot cakes y lo lanza contra la pared. El hot cake va resbalando por la pared dejando una mancha marrón gruesa y Felipe sube al segundo piso. Teresa dice algo, cuelga y alcanza en la recámara a su marido, quien carga un portafolio de cuero crudo. Ella trata de calmarlo». En este fragmento, quizá no importe tanto que ella salga a la terraza, que él grite y aviente el plato (son actos que cotidianamente suceden en diversos niveles sociales). Lo que le da fuerza a los sucesos descritos son dos: a. El hot cake que resbala por la pared dejando la gruesa mancha marrón, y b. El portafolios de cuero crudo. Con estos detalles, que aparecen al margen del conflicto, el lector se dice: «Sí, esto está sucediendo», pero esta aceptación, desde luego, es inconsciente.

[Fuente: Guillermo Samperio, “Cómo se escribe un cuento», 2008. Selección y orden propios]