Saccomanno. Cámara Gesell

SACCOMANNO_GesellLa cámara Gesell es un mecanismo que permite asistir a algo sin ser visto. Lo conocemos de muchos interrogatorios policiales vistos en TV. Eso hacen todos de algún modo en La Villa, un pueblo balneario turístico donde el rumor y el adulterio son los deportes favoritos. Crimen y chismografía, ver pero no actuar. Pueblo chico, infierno grande.

Aquí están novelas como Peyton Place, Manhattan Transfer o La colmena, y series de TV como Twin Peaks y Deadwood. Un censo de casi 300 personajes. Historias y voces que entran y salen. Prosa fragmentaria y ritmo frenético sin partes ni capítulos. Suicidios, abusos a menores, asesinatos, corrupción y juegos políticos aliñados con nazis escondidos y escarceos lésbicos. Un libro salvaje e inquietante sobre las apariencias (un lugar a primera vista apacible dedicado al descanso y al turismo, verano; una realidad infernal, invierno). Un libro bastante duro y en general desagradable, medio novela negra, medio crónica social.

Un detalle más: el libro es difícil de leer para un español porque está lleno de americanismos y jerga desconocida, algo que no llega a hacerlo incomprensible pero que hace perder, para nosotros, no sé si afortunadamente, sabor y ambiente.

Rey Tiniebla, de Antonio Enrique

ENRIQUE_Rey_TinieblaRey Tiniebla cuenta los últimos días de Felipe II en labios de Ginés, el mozo de retrete que le asiste en el Escorial.

La novela se centra en la relación que se establece entre los dos y en el examen de su vida que pudo hacer el Austria en esos momentos. Tiene como telón de fondo inspirador el tríptico del Bosco titulado El jardín de las delicias. Ginés trata al gran hombre en los momentos más miserables de una existencia ya miserable y desvalida de por sí. Felipe II ve continuamente un perro negro en sus pesadillas que se hace más real que los nobles, enanos  bufones y sacerdotes que le rodean en la vigilia. Se suceden recuerdos de batallas, de asuntos políticos o de mujeres. Felipe II piensa mucho en Dios.

Enrique tiene la valentía (y el riesgo) de meterse en un terreno muy trillado. Felipe II está muy escrito, y bien, …y muy leído, y a estas alturas no es fácil aportar cosas nuevas.

El lenguaje es riquísimo y extremadamente cuidado, fiel a cómo se expresaría un narrador de principios del XVII. Me quedo con ganas de leerle algo al autor escrito en castellano del S.XXI.

Un Muñoz Molina para olvidar

MMOLINA_Misterios_MadridVoy a hacer como que no he leído este libro, pues me paso el día repitiendo a todo el que me lo pregunta que AMM es el mejor escritor vivo en España. A falta de más profundas cavilaciones, que nunca encuentro tiempo de hacer, es mi respuesta provisional más repetida para los que sólo se conforman con un nombre, uno.

Esto es una patatilla folletinesca que fue publicando en El País en el verano del 92, imagino que bien pagada.

Roban en Mágina la imagen del Santo Cristo de la Greña y Lorencito Quesada, periodista y empleado de tienda de tejidos, al que ya conocíamos de El jinete polaco, se va a Madrid encargado de su búsqueda. Hay asesinatos, religión, sexo, maricas y ritmo, como he dicho, de folletín periódico. Me ha recordado un poco a las novelas malas de Mendoza (demasiadas para su talento).

Me han entrado ganas de nuevo de hincarle el diente a los de Sue, un tomazo en francés que ya voy posponiendo más de la cuenta.