Pemán, dos

PEMAN_almuerzosEn el prólogo de estos recuerdos habla Pemán del almuerzo como institución social: produce la benevolencia, estimula el deseo de complacer y de decir que sí a todo: «un ministro en el almuerzo es la mitad de ministro que en el desayuno».

Como anuncia el título, estas comidas son con gente que contaba en esa España: intelectuales, aristócratas, políticos, militares o jerarquía católica.

Pemán se las arregla para no dejar mal a nadie, lo que no significa que esté de acuerdo con todo ni con todos. Se le ve habilidad para disentir con gracia y sostener inteligentes equilibrios en una época no caracterizada precisamente por la libertad de opinión. Tiene ojo fino para el detalle y puntería para elegir la anécdota. El libro en conjunto, unido a todo lo que se cuenta en Confesión general, es un buen resumen de ambientes y opiniones. Sabe decir de un brochazo lo esencial de un carácter o del status questionis de asuntos embrollados.

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Los célebres Diarios de García Martín

Dicho_hechoHe disfrutado con estos diarios de García Martín. Es profesor universitario de literatura en Oviedo, lee mucho, escribe, forma parte de jurados de premios, asiste a varias tertulias literarias cada semana, va a congresos, frecuenta numerosas amistades y es un autorizado conocedor del mundillo literario español, sobre todo de poesía.

La principal virtud de estos textos, además de los conocimientos que aportan, es que el autor escribe con desparpajo y sinceridad, y no siempre piensa bien de todo y de todos. Los egos de los escritores son sometidos a un divertido escrutinio (empezando por el del propio del autor) donde no queda títere con cabeza. Opina en público lo que todos los enterados comentan en privado entre ellos.

He leído el volumen tres de estos diarios, Dicho y hecho (1992-1995). A veces copia una carta o transcribe una llamada de teléfono y no se indica el protagonista, pero es algo que termina no importando mucho.

Naturalmente anoto muchas cosas, entre ellas bastantes títulos a los que me gustaría hincar el diente alguna vez.

Acontecimientos, lecturas, pequeñas greguerías, un poema, “un buen diario se puede abrir por cualquier página y siempre encontraremos algo que nos divierta, nos emocione o nos haga pensar”.

Artículos de Enrique García-Máiquez

un_paso_atrásSigo la pista desde hace tiempo a Enrique García-Máiquez, sobre todo picoteando en su blog de tiempo en tiempo. Me suelen gustar las cosas que dice y cómo las dice y aprecio mucho el estilo positivo y claro con que las aborda. Ahora le leo por primera vez encuadernado, en un librito de artículos periodísticos que seleccionó para Rialp en 2012.

Están muy bien. Se notan muchas lecturas bien digeridas, elige temas que puedan ser de interés para otros y los aborda con gracia. Hay un optimismo existencial que viene de algo más profundo que el temperamento. Una reunión de antiguos alumnos, el recuerdo de las noches en blanco de estudiante, la moda de Halloween, reflexiones sobre el trabajo de leer y escribir. Me gusta mucho la naturalidad con que habla del hecho cristiano, siempre que viene a cuento. Me ha hecho mucha gracia cómo describe su relación con la playa (que comparto) y algunas escenas familiares como cuando sujeta a su hija pequeña para que coja del árbol un limón …¡mientras le recita poesías de Garcilaso! (“por si se le queda algo”). Los textos son claros, breves y bien rematados, y recurre cuando hace falta a coloquialismos cercanos (un plis plas, la mar de bien, huy). Si encuentro el otro que tiene de artículos (De ida y vuelta) lo leeré. Veo que ha publicado dos libros también de selecciones de su blog.

Un ejemplo de que el arte puede llegar a hacer interesante el bien.