Control total, de Baldacci

Uno de los primeros libros de Baldacci. Una megatrama conspirativa del poder económico (empresas de tecnología informática punta, Reserva Federal USA) aliado con con el poder legal (bufetes de abogados de primera) y el criminal. En frente, el todopoderoso FBI.

La clave del asunto es el suspense y hay mucha acción. Baldacci también se ocupa del pasado de los personajes principales y de sus problemas personales actuales. Y muchos detalles de los ambientes mencionados. Es una novela amplia y ambiciosa que recuerda (sólo recuerda) al mejor Ludlum. Creo que ésta y La ganadora, son las novelas más potentes de este autor, que ha ido perdiendo fuelle en entregas posteriores.

Como es típico, cada capítulo o bloque de párrafos termina antes de una sorpresa con un corte hacia otro escenario y personajes. Se abusa un poco de esto y puedes perder un poco el hilo (y la paciencia) con estas rupturas bruscas de la tensión dramática. Es típico de escritores primerizos, como era Baldacci en ese momento.

De todos modos es bastante entretenida. Hay muchos muertos y tiros pero no hay nada molesto ni morboso, es lo bueno de este escritor.

Cumplir el propio estándar

Su obligación (del escritor) es hacer su trabajo lo mejor posible; sea cual sea la obligación que le quede después de eso puede cumplir con ella como desee. Yo mismo estoy demasiado ocupado para preocuparme del público. No tengo tiempo de preguntarme quién me lee. No me importa la opinión del americano medio sobre mí o sobre el trabajo de cualquier otro. Tengo que cumplir con mi propio estándar, que es lo que se da cuando la obra me hace sentir lo que experimento cuando leo La tentación de San Antonio o el Antiguo Testamento. Me hacen sentir bien.

Entrevista a William Faulkner en Paris Review, 1956.

Delincuente juvenil (1958)

Brendan Behan (1923-1964), Ediciones del Viento, 2008.

Brendan es un irlandés de baja extracción social que colaboró con el IRA desde su juventud. Estuvo encerrado en un correccional desde 1936 a 1939. Esta experiencia es la que cuenta en Delincuente juvenil. Murió alcoholizado a los 42 años.

El libro es simplón e insulso. Con poca preocupación por el estilo y un 95% de diálogo, cuenta todo lo que se puede esperar de un correccional. No hay drmatismo y ningún personaje se te mete dentro. Amistades, rutinas, peleas, broncas con los responsables, arbitrariedades de la policía…casi 600 aburridas páginas.

Ediciones del viento dice que es un libro «famosísimo» y que «por fin» se publica en castellano. Yo en cambio pienso que es un libro con poco interés y que, por eso, no se ha publicado hasta ahora. Es más, pienso que esta editorial tiene poco futuro si no acierta un poco más: de los 18 títulos que lleva, me ha tocado leer tres (La hija de la mujer de la limpieza, Qué tierno era Suleyken, y éste). Ninguno vale la pena.