El problema del dolor. Lewis

LEWIS_DolorPara mi Lewis es el apologista cristiano más interesante. O, al menos, el que más me gusta. Es un pensador y ensayista espeso en algunos momentos pero que siempre hace que el esfuerzo valga la pena. Como narrador me parece limitado, pero sus artículos y ensayos breves me parecen una lectura imprescindible para todo aquel que quiera profundizar en la dimensión espiritual del hombre.

Después de recomendarlo a un amigo que necesitaba este libro, he releído El problema del dolor y he vuelto a disfrutar con sus explicaciones, argumentos y ejemplos. Es breve pero enjundioso. El asunto no es una cuestión fácil pero merece la pena dedicarle algún esfuerzo pues todos hemos de pasar por él. Lewis es bastante lógico, nada enfático ni dogmático, no pretende imponerse con violencia mientras nos conduce sin resquicios a donde quiere llegar.

El complemento natural de este libro es el que escribió a la muerte de su mujer, Una pena en observación.

La librería. Fitzgerald

FITZGERALD_LibreríaUn pasito en mis múltiples propósitos.

Florence Green es una mujer pequeña de aspecto, delgada y huesuda, un poco insignificante, que pone en marcha una librería en 1959 en un pequeño pueblo. Quiere demostrar a Hardborough y a si misma que ella existía por derecho propio. Y elige hacerlo de un modo aventurado, en un sitio donde “La gente no quiere comprar libros, ha perdido el deseo por las cosas raras”.

Encontrará amigos y ayudantes en su proyecto, también enemigos, trampas y dificultades. Sin ser extraordinario, el libro es correcto, entretenido y está bien escrito. No es una apasionante historia libresca pero agrada ver cómo va creciendo la protagonista.

Connelly. Cuesta abajo (Bosch, nº 17)

CONNELLYHe comentado ya tantas novelas de Connelly (búsquese por autor) que no me quedan más cosas por decir. Boch es para mi como un viejo amigo al que estoy acostumbrado. Hace ya tiempo que no me emociona, como los viejos matrimonios, pero le estimo y le soy fiel. Como mínimo sé que me entretendrá un rato con una dosis de calidad media-alta y el punto justo de realismo violento imprescindible en los menesteres en los que se ocupa.

En este capítulo 17 de sus peripecias le encontramos en la Unidad de Casos Abiertos/No Resueltos y le quedan cinco años de vida activa en la Policía de Los Angeles. Dos casos: investigar la muerte del hijo de un viejo conocido, Irving, (“o bien todas las personas cuentan, o bien no cuenta ninguna”) y un turbio asunto de drogas con muertes de por medio.

Bosch en su cruzada contra el mal, Bosch adrenalítico, Bosch y su “libro de asesinato”. Su actual compañero, la antigua (Kiz), el comienzo de un nuevo romance, su hija que va creciendo. Tejemanejes políticos y dosificación de la verdad, prácticas de las altas esferas que no tienen nada que hacer con Bosch. Lo de siempre, pero bien.