El inolvidable Lorenzo de Delibes

• Una bonita historia corta de BARICCO (Novecento). El pianista del océano. Un relato con pasión, inventiva y originalidad. 

• La novela de moda de COGNETTI (Las ocho montañas) está bien. Pero es larga. El padre y el hijo, el amigo, la montaña. Algunas ideas interesantes relaciones bien descritas….pero también paja.

• El inclasificable último libro de MUÑOZ MOLINA (Un andar solitario entre la gente), uno de los autores españoles que más valoro), cansa un poco. El autor piensa, lee, anda y recuerda. Inteligencia fértil y vasta cultura. Arriesgado, original, inteligente, sólido. Pero también repetitivo, algo espeso y  muy minoritario. 

• En busca de satisfacción fácil, recurro a relecturas seguras (DELIBES, Diario de un cazador) o a cómodos y entretenidos thrillers (BALDACCI, Los inocentes). El inolvidable Lorenzo no defrauda y las complejas y eléctricas tramas del americano tampoco. (Tiene gracia, Delibes y Baldacci en un mismo párrafo).

Novelas cortas de Zweig, apuesta segura

• Tiendo últimamente a leer ficciones cortas. Los norteamericanos son buenos en esto. He leído por primera vez a GAUTREAUX (El mismo sitio, las mismas cosas) y a AYERS LAWSON (Virgen y otros relatos). los dos hacen piezas relativamente largas. El primero me ha gustado más, y especialmente el que da título a la colección. Ambientes rurales, pequeñas y grandes tragedias, realismo. La segunda es áspera y está algo obsesionada con lo sexual. Las cinco historias están bien construidas pero dejan mal sabor de boca. BIEN y APROBADO.

• También he terminado los relatos que no había leído de BORGES, sus últimos (contenidos en El oro de los tigres -que también incluye poesías-, El libro de arena y La Memoria de Shakespeare). Todos tienen calidad, sorpresas y afilado lenguaje. Inevitablemente hay repeticiones y no todos son sobresalientes. BIEN.

• Releo cuatro novelas cortas de ZWEIG, empujado por el entusiasmo de un amigo que acaba de descubrirlo (Mendel, el de los libros, Carta de una desconocida, Novela de ajedrez y Veinticuatro horas en la vida de una mujer). Todas están bien, personajes apasionados, pero me reafirmo es que es mucho mejor biógrafo-ensayista-memorialista. En todo caso, es una apuesta segura. BIEN.

Conferencias y charlas de Flannery O’Connor

Aún impresionado por la lectura de sus Cartas, busco el volumen de sus escritos sueltos (Misterio y maneras, ed. Encuentro: conferencias, charlas, prólogos, notas,…). Estilo llano y sin rodeos, certera y lúcida. Muy reconocible la escritora de las Cartas: amena, cordial, humana, amable, pícara, simpática, y a la vez rigurosa, profunda, muy consciente de su papel como escritora y como cristiana. El título está muy bien escogido como compendio de su concepción la escritura: una visión que halle el punto de encuentro entre lo cotidiano (la costumbre, y también las formas) y el sentido último de existencia. El artículo sobre el pavo y el prólogo a Mary Ann me han interesado menos, pero el grueso del libro es muy valioso: escritura, enseñanza de la literatura, lo sureño, lo grotesco, lo que aporta su fe a su visión y a su escritura (y lo que no se debe esperar que aporte). Ahora debería releer algunos de sus relatos.

La parte más humana de Flannery me ha hecho pensar varias veces en la polaca Szymborska, que tanto les he recomendado.

Les enlazo las notas que he tomado porque merecen la pena.