Saviano

La escritura de Roberto Saviano se alimenta de su rabia. Tanta que le ha valido para escribir Gomorra, un acto casi suicida que confiamos en que no se lo lleve por delante.

Debate, es decir Mondadori, quiere explotar el éxito y se inventa un nuevo libro con dos breves relatos. Un joven de 21 años, un italiano del sur, en «misión de paz», salta por los aires en Afganistán. Deja novia de 17. El otro relato, también sobre la violencia, narra un episodio igual a los mil que se cuentan en Gomorra. Saviano tiende a la exageración expresiva y a un manierismo periodístico algo poético que a veces cansa un poco.

Creo que este es un librito oportunista y poco sustancioso. Pero me da la oportunidad de volver a recomendarles que lean Gomorra si aún no lo han hecho. Háganme caso.

Zadie Smith

Me preguntan por esta escritora, que se hizo famosa con su primera novela. Tardé tanto en ponerme a leerla que terminé no haciéndolo pues sacó la segunda, que tampoco leí y la tercera, que me gustó sólo regular.

Zadie Smith (Londres, 1975) es un buen ejemplo, quizás a pesar de ella, de divismo literario. Con Dientes blancos protagonizó en el año 2000 uno de los debuts literarios más sonados de los últimos años. Una intensa novela calificada como madura, arrolladora, llena de vida y de voces originales. Tres años más tarde decepcionó con El cazador de autógrafos, tópica en los temas y endeble narrativamente. Con 31 años y 3 novelas, su curriculum literario (premios, distinciones, etc) llena de sobra la solapilla de cualquiera de sus libros.

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Stuparich

La isla es una pequeña miniatura de Stuparichsobre el encuentro de padre e hijo en la fase final de la vida del primero. Este relato narra el apogeo de una historia que hemos de inventar nosotros. Aquí sólo sabemos de un cáncer de esófago avanzado y de un hijo que interrumpe sus vacaciones para acompañar unos días a su padre. Quiere volver por última vez a la isla que le vio nacer.

Bellas descripciones, tono poético y una evidente intención de estilo, son los rasgos formales más destacados de La isla.

Los temas: la vida y la muerte, la voz de la sangre (generosidades, gestos, silencios), el dolor, abandonarse sin pudor al hecho de necesitar a los demás, el sentido de la vida. Todo muy elíptico y como a brochazos. No da tiempo a más en un relato.

Una lectura agradable pero que me ha sabido a poco. Muy elogioso el postfacio final de Magris.