Sciascia de nuevo

Con el buen regusto de El día de la lechuza y en busca de libros breves, me tropiezo (es un decir) con El caballero y la muerte, de Sciascia. Definitivamente, yo no clasificaría sus libros de policiacos, ni siquiera de libros sobre la mafia. El crimen y el ambiente siciliano son la anécdota y el entorno. Sciascia reflexiona siempre sobre los mecanismos del poder y del delito, sobre las zancadillas que sufren a toda hora la verdad y la justicia.

Un poli a punto de morir de cáncer se complica la vida y se acerca demasiado a la verdad sobre un asesinato. Hay una cómoda cortina de humo a mano que facilitaría las cosas pero él opta por la verdad.

La pieza se subtitula Sotie (farsa o sátira francesa, ss. XIV y XV) y hay más referencias literarias (Stevenson y su Isla del tesoro, unos versos de Hugo, y Montaigne). Y luego está el grabado de Durero de donde sale el título. Con todos estos ingredientes Sciascia contruye una interesante novelita que, insisto, sólo en un primer nivel de lectura puede calificarse de libro criminal.

Romeo

Dibujos animados (2001), primer libro de Félix Romeo, es destacable por la voz del narrador. Un adolescente cuenta su infancia en primera persona. Párrafos breves, sintaxis correcta pero deliberadamente pobre, oralidad trasladada al lenguaje escrito, repeticiones. Frescura.

Enseguida pensé en Aparición del eterno femenino contada por su Majestad el Rey, magnífica obra de Pombo. El recurso estético está aún más conseguido en el libro de Pombo que, además, cuenta una historia mejor. Al lado de éste Dibujos animados se queda en una voz inspirada para una historia un tanto insulsa, con algunos momentos logrados pero, en general, escasamente interesante. Aún así bastó para llamar la atención de Anagrama, un sitio donde no publica cualquiera su primera novela. La editorial habla de «estilo despojado e intensidad expresiva». De acuerdo.

Continuar leyendo «Romeo»

La buena muerte

Ya les recomendé un poco a ciegas este libro cuando supe de él. Ahora lo he leído y confirmo que es interesante. El Dr. Poveda, con quien he coincidido en alguna ocasión, es una persona apasionada y simpática, muy comprometido con su profesión y con un profundo sentido humano y cristiano de la enfermedad, el dolor y la muerte. Me parece que los capítulos de este libro sobre la muerte están bien enfocados y tratados con rigor. Relata en cada uno de ellos sucesos reales ilustrativos y rinde homenaje a muchos enfermos, cuidadores y médicos con nombres y apellido.

Haré todo lo posible por ponerme en manos de gente así cuando me llegue mi hora.