La voz. Indridason

INDRIDASON_VozTercera novela del islandés traducida al castellano, un poco menos intensa y más convencional que las dos anteriores.

La cuestión de fondo son los traumas arrastrados desde la infancia y las relaciones hijos padres: en el caso criminal central (niño prodigio y padre exigente, infancia robada), en el caso paralelo que complementa (niño supuestamente maltratado por su padre) y en la profundización en los recuerdos familiares de Erlendur, que ya empezamos a conocer en la anterior novela (la culpa por la muerte de su hermano y su actitud hacia los propios hijos).

Erlendur en un personaje de mucho interés. Adicto al trabajo, con una vida familiar destrozada, directo y simpático. Se entrega a su tarea con la minuciosidad de quien no tiene límite de tiempo, pues todo está disponible para el trabajo.

En libro no contiene descripciones ni abunda en pasajes escabrosos, pero están muy presentes la pederastia, la prostitución y la homosexualidad.

Las palabras de la noche. Natalia Ginzburg

GINZBURG_Palabras_nocheMe acuerdo poco del argumento de los libros que he leído de la Ginzburg, pero sí de que todos me gustaron. Creo que para ella tampoco son muy importantes, los argumentos.

Siempre es la familia, un ambiente, y la naturalidad al contar y los estupendos diálogos. Esta vez es la historia de los Balotta, los ricos de un pueblo, dueños de una fábrica. Narra Elsa, hija del contable, novia de Tommasino, uno de los hijos de Balotta. Muchos personajes y la novela va de atrás hacia delante, y otra vez vuelta, con mucha naturalidad. Planes, sueños, dolor, traición, amor, guerra, riqueza y pobreza. Frases cortas y tiempos verbales en presente.

“La felicidad es como el agua, y se comprende solo cuando se ha perdido”. Eso pasa con las novelas de la Ginzburg, las lees en un soplo y al terminar te das cuenta de que la literatura era eso que se te ha ido entre los dedos.

 

Correspondencia Delibes-Sobejano

DELIBES_CorrespondenciaEste libro de la Fundación Miguel Delibes recoge la correspondencia del escritor con el crítico Gonzalo Sobejano, durante el largo periodo de 1960 a 2009. Se conocen en una estancia de Delibes en Alemania y nace una amistad que durará toda la vida, a pesar de que no se ven demasiadas veces (Sobejano vive en Estados Unidos casi toda su vida).

Me ha gustado menos de lo que me esperaba. Sitios, personas, detalles organizativos, organización de encuentros, envíos de libros y artículos, gestiones con editoriales. Hay escaso contenido literario. Lo mejor, la amistad, cómo la intimidad va creciendo entre los dos.

Me pareció más sabrosa la correspondencia entre Vergés y Delibes que sacó Destino hace unos años.