Ishiguro, un Nobel de calidad

Es la primera vez que le dan el Nobel a un escritor que he leído completo, es decir, que me interesa mucho. El que más de todos los galardonados en este milenio. No me convenció su última novela, la séptima, pero las otras seis y sus relatos están muy bien.

Digo algo sobre su trayectoria en Aceprensa (artículo de libre acceso).

Guillou. Trilogía de las cruzadas


Leo el primer tomo de la trilogía de Guillou sobre las cruzadas. Es buena la historia de este monje guerrero y están bien explicadas las cruzadas. Me armo un poco de lío con los nombres y lugares suecos, pero llego a situarme. Los personajes entran y salen y abundan las muertes bruscas. Las habilidades del protagonista se van revelando progresivamente y el personaje es lo suficientemente bueno para que nos importe. Novela histórica larga que combina muchos elementos, lenta, bien escrita, con un acercamiento a un hecho complejo visto desde el presente y con unos escenarios poco familiares al lector mediterráneo. No me lanzo enseguida a las continuaciones pero supongo que algún día lo haré.

Haikus e Hijos de la ira

Tres excursiones poéticas de agosto

Un viejo estanque (La Veleta, 2013). Leo un poco mas rápido de la cuenta esta antología de haikus españoles editada en mi ciudad. Unos 150 autores,  3-4 piezas por cabeza. Poesía de la sensación, la llaman. Eminentemente descriptiva. Sonoridad rítmica. Armonía. Sorpresa en el tercer verso. El título rinde homenaje a la figura de Bashoo.  Muchos sacados de El rincón del haiku. Irregular.

Había leído justo antes una colección de haikus de Benedetti, que me gustaron más. Más aforístico e ingenioso. Materialista y amable.

Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, ha podido conmigo. Sentido de la vida, angustia, insomnio, injusticia, difuntos, la madre, Dios. Oscuro y pesado. Poemas largos y sin rima. «La vida es monstruosa porque es inexplicable» dice el autor que confiesa «total desilusión de ser hombre» cuando escribe este libro.