Pelecanos. Ojo por ojo.

Me ha gustado bastante el libro de Pelecanos, Ojo por ojo. Dos investigadores, uno negro y otro blanco. Los dos ex-polis. Dos casos paralelos: en uno colaboran con una red que devuelve prostitutas jóvenes con sus padres y en otro buscan a los asesinos que se vengan de una deuda de drogas (y se cargan, de rebote, al sobrino del moroso, un niño).

De fondo en toda la novela, el racismo y las bandas callejeras. En la vida de los «buenos» hay muchos fantasmas, pasados y presentes. Y no todas las cosas que hacen son buenas. Lo mismo ocurre con «los malos». Todo es bastante violento pero sin cebarse en detalles. Como en toda novela negra buena, hay un intento de comprensión de una realidad, se apuntan algunas soluciones y se profundiza en las vidas de los personajes, bastante humanos y creíbles, nada planos y llenos de matices. El ambiente pandillero resulta terrible; si han visto «Ciudad de Dios» pueden hacerse una idea.

Descubierto el filón, ya me he informado y hay cinco novelas de Pelecanos que se pueden leer en castellano:

Continuar leyendo «Pelecanos. Ojo por ojo.»

En francés

Me pide un amigo, profesor de francés, sugerencias para elegir un texto que lean en francés sus alumnos durante un curso escolar: un texto no largo, para un adolescente, que coja. Repaso las cosas que he leído de escritores franceses y me sale esta lista:

ANONYME, La canción de Roldán, S. XI
TROYES, Chrétien de, Lanzarote, El caballero de la carreta, 1177
LA FONTAINE, Jean de, Fábulas, 1668
MOLIERE, El enfermo imaginario, 1673
CHATEAUBRIAND, François-René de, René. Atala 1802
BALZAC, Honoré de, Eugenia Grandet, 1833
MERIMEE, Prósper, Carmen, 1845
VERNE, Jules, Miguel Strogoff, 1875
FLAUBERT, Gustave, Tres cuentos, 1877
ROSTAND, Edmond, Cyrano de Bergerac, 1897
ALAIN-FOURNIER, Henri, El gran Meaulnes, 1913
LEBLANC, Maurice, Arsenio Lupin, caballero ladrón (en la foto)
PAGNOL, Marcel, Memorias (1) La gloria de mi padre, 1957
PAGNOL, Marcel, Memorias (2) El castillo de mi madre, 1958
GAUDE, Laurent, El sol de los Scorta, 2005

Con todas las limitaciones impuestas, hay que descartar los pensadores del XVII, los novelones folletinescos del XIX, las experimentaciones y existencialismos de principios del XX, en fin, casi todo. Aún así, en la lista no hay ninguno que esté mal; todos, por una cosa u otra, merecen la pena.

ElDorado

Gaudé reflexiona sobre el fenómeno de la inmigración. Una novela pegada a su tiempo y oportuna. Es claramente más floja que El sol de los Scorta y que El legado del rey Tsongor. Gaudé se ha cansado del tono épico y lleno de sugerencias de sus dos anteriores libros y pasa a poner los pies en el suelo con un estilo directo y plano para tratar un tema de todos los telediarios. El libro se deja leer aunque en ningún momento atrapa. Hay cosas positivas (amistad, solidaridad) y crudeza en los planteamientos. Dos historias entrecruzadas unidas al final un poco por los pelos.

Con los tres libros de Gaudé que he leído he pensado lo mismo: es un escritor interesante pero se queda a mitad de camino, no termina el golpe. Si, a pesar de todo, sienten curiosidad, decídanse por la historia de los Scorta (premio Goncourt 2004).