Iggulden. Estirpe (La Guerra de las dos rosas, III)

Entre 1455 y 1485 la casa de York y la de Lancaster se disputaron el trono de Inglaterra. El inglés Iggulden ha dedicado una tetralogía de novelas a contar con detalle el enfrentamiento de la rosa blanca contra la roja.

El conflicto se analiza básicamente desde la perspectiva de reyes y nobles, los que deciden, intrigan y pelean, pero el autor no descuida al pueblo llano, representado por los colonos. Es un acierto el personaje ficticio de Derry Brewer, jefe de espías. También destaca algún fuerte personaje femenino como Margarita de Anjou.

Esta tercera parte de la narración de la Guerra de los Treinta años se dedica al periodo 1461-1464 y tiene como epicentro la batalla de Towton, narrada con espectacularidad (los célebres arqueros ingleses).

Casi todo lo que se decía sobre Tormenta puede aplicarse a esta tercera parte (y a la segunda, Trinidad). Una narración con lenguaje claro y de lectura fluida.

Guillou. Trilogía de las cruzadas


Leo el primer tomo de la trilogía de Guillou sobre las cruzadas. Es buena la historia de este monje guerrero y están bien explicadas las cruzadas. Me armo un poco de lío con los nombres y lugares suecos, pero llego a situarme. Los personajes entran y salen y abundan las muertes bruscas. Las habilidades del protagonista se van revelando progresivamente y el personaje es lo suficientemente bueno para que nos importe. Novela histórica larga que combina muchos elementos, lenta, bien escrita, con un acercamiento a un hecho complejo visto desde el presente y con unos escenarios poco familiares al lector mediterráneo. No me lanzo enseguida a las continuaciones pero supongo que algún día lo haré.

Puertas de fuego. Las Termópilas según Pressfield

He releído la mejor novela que conozco sobre las Termópilas, la de Pressfield. Los detalles históricos y el marco se pueden completar con el estupendo libro de Holland (Fuego persa) y luego darle un poco de color con el cómic de Frank Miller y con la peli de Snyder (inferior al cómic), ambos de nombre 300.

Para quien no sepa nada de los espartanos, se encontrarán con unos tipos como no ha habido otros, ni antes ni después. Y esta es la mejor novela del americano, hasta la fecha. Entraría en cualquier lista absoluta que hiciera de novelas históricas, hablen del periodo que hablen.

El grupo sobre el individuo, la palabra rendición no existe, la guerra como profesión, el honor y el control del miedo. En el desfiladero de las Puertas Calientes se conserva una sencilla piedra sin adornos con unas palabras del poeta Simónides grabadas en ella. Sus versos constituyen quizá el más famoso de los epitafios guerreros:

Ve a decirles a los espartanos, extranjero que pasas por aquí, que, obedientes a sus leyes, aquí yacemos.