Nunca estoy demasiado tiempo lejos de Roma y Grecia clásicas. Ahora he leído La campaña afgana, que novela los tres años que tardó Alejandro en hacerse (más o menos) con Afganistán.
Lo mejor de Pressfield sigue siendo hasta ahora Puertas de fuego (Termópilas); Vientos de guerra (guerras del Peloponeso), Las últimas amazonas y ésta última están por debajo.
Hay mucho detalle militar y gran realismo en la descripción de los combates y tácticas. Hay bastante crudeza y pesimismo. Lo importante es ganar, el honor y la gloria son romanticismos imposibles a los que hay que renuciar cuanto antes. Transmite bien los sentimientos del soldado de miedo, vergüenza, cansancio. Muy plástico en las peleas, las heridas, las armas y todo eso. La cantidad de datos cronológicos y geográficos y los nombres y expresiones en idiomas locales dan mucho verismo al relato.

