Billy Wilder

Me gustan bastante las películas más flojas de Billy Wilder. Las buenas, no digamos. Así que es lógico que la primera biografía de un director de cine que he leído en mi vida sea la suya.

Era un hombre bastante genial, raro, en el sentido de escaso. Hay la opinión unánime entre cuantos le trataron de que fue un personaje único.

Me he hecho la idea de que fue sobre todo un artista. Le encantaban los cuadros, la cocina, los libros (sobre todo de historia), conversar, conocer ciudades. Su sensibilidad no iba acompañada de caos y apatía sino que era enormemente trabajador y eficaz.

Su inteligencia le descubría el fondo de las personas y conductas, y creo que no tenía muy buena opinión sobre los hombres. Y esto es lo que mostraba en sus películas. Siempre se habla de su humor mordaz, cínico, de su gusto por las farsas y mascaradas que no ocultan una visión ácida de sus congéneres. Fustigó al capitalismo y al socialismo, al matrimonio y al mundo del espectáculo, a la hipocresía y al egoísmo. Como todo mujeriego, era un gran misógino.

Era muy divertido y no tenía pelos en la lengua para decir lo que pensaba a quien fuera necesario. Le tenían como una especie de oráculo que hablaba en aforismos, le salía así.

El libro lo ha escrito Kevin Lally (1996) y está publicado en España por Ediciones B.

Mañana seguiré comentando algo más.

Rohmer

Clásico exponente de cine francés de autor. Fue director de la mítica revista Cahiers de cinéma y exponente de los inicios de la Nouvelle vague. Goza de gran prestigio en Francia y ha cosechado éxitos importantes en los Festivales de cine europeos. No es un cine de gran público.Su producción se agrupa en tres bloques fundamentales:

Los 60: Cuentos morales, seis películas
Los 80: Comedias y proverbios, seis películas
Los 90: Cuentos de las cuatro estaciones, cuatro películas.

A estas hay que añadirles otras ocho películas, algunas de ellas adaptaciones literarias o tragedias históricas.

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El ultimatum de Bourne

Después de Los diarios de la calle y La ganadora, tocaba algo más movido, y ha sido el momento de completar la trilogía de Bourne. Me ha parecido una buenísima película de acción, de las mejores que he visto en los últimos años.La historia es muy buena. Es debida como saben a Robert Ludlum, uno de los grandes de la novela de intriga. Precisamente esta no la he leído pero sí otros títulos suyos que les recomiendo vivamente: Trece en Zurich, El Caos Omega y, sobre todo, La Progresión de Aquitania.

Volviendo a la peli, me ha parecido incluso mejor que las dos primeras. La banda sonora no da respiro, las secuencias son electrizantes. Greengraas filma de una manera original: los vis-à-vis con la cámara detrás y a la altura de cogote del que está de espaldas y con los temblores de un vídeo-aficionado; la secuencia de la estación de autobuses de Londres es magistral, consigue meter en medio del barullo al espectador y que sigas paso a paso las complicadas maniobras de acosadores y acosados; las persecuciones de coches suponen un paso más en el género.

La CIA da miedo. Espero que la realidad no supere a la ficción por esta vez.