El tesoro de la lectura

¿Por qué, pues, tesoro predilecto, te ocultas tan profundamente? ¿Y dónde te encontrarán las almas sedientas? Sin duda alguna, en los libros edificaste tu deseable tabernáculo, donde te fundó el Altísimo, luz de las luces, libro de la vida. Pues allí el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abre al punto?

Ricardo de Bury (1287-1345)
Obispo de Durham y Canciller de Inglaterra
Filobiblion
(1344)
Muy hermoso tratado sobre el AMOR A LOS LIBROS

Connelly

¿Qué hay mejor que un libro de Connelly recién comprado y por leer? La respuesta es: dos.

Hace ya algunos años que busqué y leí todas sus novelas. Así que sólo me queda esperar la de cada año. Ahora me he encontrado con dos a la vez, El inocente, un thriller forense donde nos presenta al abogado Michael Haller y Echo Park, el último caso de Harry Bosch. A Connelly le encanta mezclar a sus personales: en Echo Park aparece la profiler del FBI Rachel Walling con la que Bosch tiene un affaire y, de pasada, aparece mencionado Haller. En la web de Connelly veo que en octubre de 2008 se publicará una nueva novela donde aparecen Bosch y Haller que resultan ser ¡hermanos de padre!

Tanto El inocente como Echo Park están muy bien. La pena es que Bosch tiene ya 56 años y Connelly amenaza con jubilarlo.

Un clásico

Un «clásico» de la literatura, de la música, de las artes, de la filosofía es para mí una forma significante que nos «lee». Es ella quien nos lee, más de lo que nosotros la leemos, escuchamos o percibimos. No existe nada de paradójico, y mucho menos de místico, en esta definición. El clásico nos interroga cada vez que lo abordamos. Desafía nuestros recursos de conciencia e intelecto, de mente y de cuerpo (gran parte de la respuesta primaria de tipo estético, e incluso intelectual, es corporal). El clásico nos preguntará ¿has comprendido?, ¿has re-imaginado con seriedad?, ¿estás preparado para abordar las cuestiones, las potencialidades del ser transformado y enriquecido que he planteado?

George Steiner, Errata