Lecturas y picoteos, 6 de 7

EssaisNo ficción en otras lenguas:


Ensayos (Montaigne). Termino los que me faltaban, en la estupenda edición de El Acantilado, mejor aún que la de Cátedra Áurea. Me han gustado muchas cosas, algunas bastante, pero de ahí a adoptarlo como maître à penser como hacen muchos, hay un buen trecho. Su brillantez no camufla la niebla de tantas inseguridades. De Reflexiones del señor Z (Enzensberger) se pueden entresacar detalles interesantes, aunque es un libro excesivamente disperso y de un escepticismo aún mayor que el del francés. Y sin su cultura. Sueños de golf (Updike) es estupendo. Artículos, relatos, conferencias. Mi reconciliación definitiva con este autor.

NO
Diálogos (Séneca). No porque no hay nada que no esté en las Cartas, que es lo que hay que leerle, no por otra cosa. Los libros son tímidos (Alberico). Memorias de lecturas, estos libros que gustan a la editorial Periférica y tantos disfrutamos. Pero este es flojo.

Updike

Dejé pasar la muerte de Updike por respeto. Ni he sido un gran lector suyo ni me ha gustado especialmente lo que le he leído (su famoso personaje Conejo me parece un ser lamentable). Así que poco podía decir. Pero me encuentro ordenando archivos con este comentario que escribí justo antes de empezar este blog a una novela suya que no está mal. Sirva como mi pequeño homenaje.

En un momento crucial de su vida, los 18 años, Ahmad se debate entre fuertes influencias: el imán Rashid le instruye en el Corán e intenta ayudarle a ir por el Recto Camino del islam; el judío Jack Levy, su tutor, le anima a no dilapidar sus cualidades intelectuales; Jocelyn, una joven negra por la que se siente atraído y a la vez desprecia y, finalmente, su madre, la persona a la que más quiere pero a quien no consigue respetar. Aparentemente se lleva el gato al agua su visión fanática de la religión y llega a dar peligrosos pasos junto a activistas de la yihad.

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