Barnes y Martín Descalzo

BARNESAntes de buscar lo último de Barnes (Shostakóvich) me zampo dos cosas suyas breves que tenía por ahí: Niveles de vida, y El perfeccionista en la cocina. En el primero reflexiona sobre la muerte a raíz de la de su mujer. Dice cosas muy bonitas junto a otras despistadas y desgarradas. El segundo es divertido y agradable de leer, incluso para los que no tenemos el menor interés por los temas que toca.

Razones para el amor es el primer libro que leo de Martín Descalzo, sacerdote-periodista, y me ha gustado mucho. Son artículos sobre el amor (razones, las llama). Positivo, profundo, simpático, claro, atractivo, bastante más leído de lo que me esperaba (con todo respeto hacia el periodismo). He marcado muchos párrafos en el Kindle y me he conseguido inmediatamente los demás de la serie. Muy recomendable.

Lecturas y picoteos, 7 de 7

Soy Pilgrim_152X230De narrativa en otras lenguas me ha gustado últimamente Soy Pilgrim (Hayes): superagente contra superterrorista, con una trama impecable sostenida sin fisuras a lo largo de centenares de páginas.

Secuestrado (Stevenson) empieza muy bien pero se hace muy largo pronto, y con bastantes disquisiciones de historia política escocesa que no he tenido paciencia para desentrañar.

Tres audiolibros: HP IV (Rowling), nada que añadir; El rey de hierro (Druon), bien, pero por ahora no seguiré con el resto de la serie; y Sentido y sensibilidad (Austen), que ni es relectura ni es de mis favoritas de la británica.

Dos novedades que no están mal: Estimado Sr. M. (Koch), aunque (como la segunda) es peor que La cena; y Muerte de un hombre feliz (Fontana), la lucha de la justicia en Italia contra el terrorismo político.

Lecturas y picoteos, 6 de 7

EssaisNo ficción en otras lenguas:


Ensayos (Montaigne). Termino los que me faltaban, en la estupenda edición de El Acantilado, mejor aún que la de Cátedra Áurea. Me han gustado muchas cosas, algunas bastante, pero de ahí a adoptarlo como maître à penser como hacen muchos, hay un buen trecho. Su brillantez no camufla la niebla de tantas inseguridades. De Reflexiones del señor Z (Enzensberger) se pueden entresacar detalles interesantes, aunque es un libro excesivamente disperso y de un escepticismo aún mayor que el del francés. Y sin su cultura. Sueños de golf (Updike) es estupendo. Artículos, relatos, conferencias. Mi reconciliación definitiva con este autor.

NO
Diálogos (Séneca). No porque no hay nada que no esté en las Cartas, que es lo que hay que leerle, no por otra cosa. Los libros son tímidos (Alberico). Memorias de lecturas, estos libros que gustan a la editorial Periférica y tantos disfrutamos. Pero este es flojo.